Quien transponga aquella puerta
será un hombre nuevo,
desvestido de ataduras
de andar ligero
cada uno tiene su llave
de la puerta de misterio
esta cerrada para todos
sólo responde a su dueño
del otro lado
se develan los secretos
del otro lado
la muerte esta muerta de su miedo
allí, una de cal otra de arena
así la vida juega su moneda
de esa manera la argamasa
se mezcla de blanco y negro
las angustias se almacenan
en frascos pequeños,
las verdades son personales
con calendarios de argumentos
las incomodidades son de nosotros,
no se pueden gambetear
nos chocan de lleno
las llevamos en el pecho
y se cambia
lo que tiene arreglo,
y si no se cambia
se puede vivir con ello
las leyes de la física invernan todo el tiempo
la química duerme su largo sueño,
los actos fallidos son actos verdaderos
los pensamientos vanos, algo serio
los fantasmas se miran al espejo,
los dolores sangran a tiempo,
las perdidas, son perdidas sin dinero,
el otro yo escribe con otra mano su cuento
sin esa puerta
no existe el hombre
sin esa puerta
no existe el universo
martes, 21 de junio de 2011
domingo, 19 de junio de 2011
Las cuarenta vueltas de mi río.
A Mariela.
…, a veces este río –mío-
que cambia cada vez que lo miro,
juega entre sus rocas
- inventa un remolino -
se detiene
o anda a paso cansino
dando cuarenta vueltas
para seguir el camino
sediento descansa
a ver de dónde ha partido:
lo que tengo, lo que soy
lo que he sido
en ese remolino
mis estaciones, mis azahares
mis nuevos olivos
y estos vasos más llenos que vacíos
…, a veces este río –mío-
que cambia cada vez que lo miro,
juega entre sus rocas
- inventa un remolino -
se detiene
o anda a paso cansino
dando cuarenta vueltas
para seguir el camino
sediento descansa
a ver de dónde ha partido:
lo que tengo, lo que soy
lo que he sido
en ese remolino
mis estaciones, mis azahares
mis nuevos olivos
y estos vasos más llenos que vacíos
domingo, 12 de junio de 2011
Reflexiones otoñales sobre identidad y narrativa.
He comenzado a librar las batallas
que no me imaginaba,
a llenar los vacíos de aquellos recipientes,
a levantar mis estandartes
sin pedir permisos ni perdones,
a esgrimir la palabra
cuando la indignación es pertinente,
a hacer ejercicios de confianza
cuando amerita el desafío,
a sacarle la máscara al lenguaje
en aquellos ambiguos disimulos,
a ver lo visible e invisible
Sobre los núcleos de mi base
-a la sombra de los cuentos familiares-
blanqueo incompletas escrituras
con livianos equipajes
desde las raíces de mi historia;
relato nuevas aventuras
sujetando los hilos
de nuestra continua levedad
hablo con ese íntimo extranjero
con el otro espejo
que me ama y que me odia
jugando con mis flexibles garabatos
que no me imaginaba,
a llenar los vacíos de aquellos recipientes,
a levantar mis estandartes
sin pedir permisos ni perdones,
a esgrimir la palabra
cuando la indignación es pertinente,
a hacer ejercicios de confianza
cuando amerita el desafío,
a sacarle la máscara al lenguaje
en aquellos ambiguos disimulos,
a ver lo visible e invisible
Sobre los núcleos de mi base
-a la sombra de los cuentos familiares-
blanqueo incompletas escrituras
con livianos equipajes
desde las raíces de mi historia;
relato nuevas aventuras
sujetando los hilos
de nuestra continua levedad
hablo con ese íntimo extranjero
con el otro espejo
que me ama y que me odia
jugando con mis flexibles garabatos
sábado, 11 de junio de 2011
Acentos.
Tengo problemas con los tildes
ahí ( y no ahi ): esta la cuestión,
los pongo donde no corresponden
o los omito cuando deberían estar,
no me olvido de algunos, en especial de:
corazón, traición, canción o prístino,
pero tengo un agudo problema con la última sílaba,
graves inconvenientes con la antepenúltima
y ni hablar de las esdrújulas y sobresdrújulas,
finalmente declaro que:
me parecen habitantes de otro planeta,
más no me impiden esta pasión por la escritura.
ahí ( y no ahi ): esta la cuestión,
los pongo donde no corresponden
o los omito cuando deberían estar,
no me olvido de algunos, en especial de:
corazón, traición, canción o prístino,
pero tengo un agudo problema con la última sílaba,
graves inconvenientes con la antepenúltima
y ni hablar de las esdrújulas y sobresdrújulas,
finalmente declaro que:
me parecen habitantes de otro planeta,
más no me impiden esta pasión por la escritura.
viernes, 3 de junio de 2011
Yo me lleno contigo.
Yo me lleno contigo
¡allí en nuestros recipientes vacíos!
dónde no alcanza la poesía,
en el silencio que deja la palabra perdida
en la ausencia que tiene este papel
que deja para mañana lo que olvida
yo me lleno contigo
en la pereza de los domingos
yo me lleno contigo
cuando el tablero urbano de rectas nos asfixia
-----------------------------------------------------------------
El extranjero.
…el extranjero es uno mismo…Freud
¿es el otro?, su idioma, su pensar,
la forma y el modo de enunciar,
¿somos otro en otro lugar?
¿quién es el extranjero?
y ese extrañamiento de nosotros,
esa zona desconocida de un viejo-nuevo territorio
¿consentimos la confrontación de su mirada?
aceptación y rechazo, confianza y recelo
abandonando la neutralidad
sostenemos los mojones
mientras la piel –permeable y fina-
extiende día a día sus fronteras imprecisas
----------------------------------------------------------------------------
Convivencia.
El hombre estuvo
“sentado entre dos sillas”
en el espacio pequeño
que dispuso la familia,
entre dos columnas
reducidas
en el umbral de su horizonte,
cuando el amor era
un migrante indeciso,
cuando supo torpemente
de otra escuela
de otro mundo que existía
y sintió abrir sus laterales, ensanchándose también sus ojos, mirando más allá de sus espejos, ampliando los márgenes, las orillas, usando sus maderas para nuevos fuegos
afinó el lenguaje,
la métrica de sus días,
la lógica de sus labores,
analizó los rasgos
de su caligrafía,
animado por un sueño
desanudó los hilos
que le precedían,
se desprendió de los abrojos
de su andar, tarareando poesías
él estaba a su derecha , la zona que más quería, a la izquierda -su otro yo – a quién reconocía, sentado entre los dos –un tercero- que siempre pagaba lo que salía la comida.
¡allí en nuestros recipientes vacíos!
dónde no alcanza la poesía,
en el silencio que deja la palabra perdida
en la ausencia que tiene este papel
que deja para mañana lo que olvida
yo me lleno contigo
en la pereza de los domingos
yo me lleno contigo
cuando el tablero urbano de rectas nos asfixia
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El extranjero.
…el extranjero es uno mismo…Freud
¿es el otro?, su idioma, su pensar,
la forma y el modo de enunciar,
¿somos otro en otro lugar?
¿quién es el extranjero?
y ese extrañamiento de nosotros,
esa zona desconocida de un viejo-nuevo territorio
¿consentimos la confrontación de su mirada?
aceptación y rechazo, confianza y recelo
abandonando la neutralidad
sostenemos los mojones
mientras la piel –permeable y fina-
extiende día a día sus fronteras imprecisas
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Convivencia.
El hombre estuvo
“sentado entre dos sillas”
en el espacio pequeño
que dispuso la familia,
entre dos columnas
reducidas
en el umbral de su horizonte,
cuando el amor era
un migrante indeciso,
cuando supo torpemente
de otra escuela
de otro mundo que existía
y sintió abrir sus laterales, ensanchándose también sus ojos, mirando más allá de sus espejos, ampliando los márgenes, las orillas, usando sus maderas para nuevos fuegos
afinó el lenguaje,
la métrica de sus días,
la lógica de sus labores,
analizó los rasgos
de su caligrafía,
animado por un sueño
desanudó los hilos
que le precedían,
se desprendió de los abrojos
de su andar, tarareando poesías
él estaba a su derecha , la zona que más quería, a la izquierda -su otro yo – a quién reconocía, sentado entre los dos –un tercero- que siempre pagaba lo que salía la comida.
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