Los lápices descansan firmes en su hastío,
las pinturitas de color están congeladas en su claroscuro,
las hojas mantienen su blanco aburrido,
los clips se mantienen unidos,
las bandas de gomas extrañan abrazar y contener,
el mapa mudo suspende la quimera de ser un territorio,
el globo terráqueo ha dejado de girar y el mundo sigue andando,
el semicírculo sueña -este año- con un nuevo horizonte,
los proyectos están guardados en sus tintas,
y esas ausencias: de nombres, voces, letras y palabras.
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