en esta práctica
que escribe su letra
en la dialéctica
de la naturaleza
siento este esfuerzo
de quedarme quieto
esta intención que se mueve
en este falso reposo
esa espera activa
en los rodeos de mis rectas
el horizonte más no el blanco
de mis flechas
este hacer sin hacer
que tanto cuesta
sostener con nada
aquello que imagino
la dulce herida de mis muertos –tomando mate-
en la retrospectiva de esta tarde
la certeza de cultivar lo incierto
y creer en ello
y yo en este vacío
tan lleno
esos errores exitosos
que la experiencia cosecha
empresario de su obraje
las vivencias son riquezas
un espejo ve otra imagen
aquella escultura que es lenguaje
y los lienzos oscuros de los cuadros
a la luz de observar esperan
ese no- ser que nos construye –viento que navega-
hace caminos azules en su estela
jueves, 23 de septiembre de 2010
sábado, 18 de septiembre de 2010
Otra vez la palabra.
“Sé impecable con tus palabras.”
Sabiduría Tolteca.
el acuerdo de los acuerdos
convenir los signos del primer entendimiento,
¿Qué decimos con lo que decimos?
¿Quién habla o escribe aquí y ahora?
ser impecable impone
decir con menos y menos, más y más
no saturar, no repetir, no cansar, no desgastar, no abusar
y a su vez: sostener, amar, cuidar, confiar, conocer
el renglón es una recta de dos vías
a todo norte un sur a todo oeste un este
un destino el eros
el otro el tanato
aprendiz
calígrafo
ensayista
y al fin un hombre de voz propia
ella: equilibrista,
navegante,
viajera y no turista,
una mujer con su donaire
ella: la conciencia
la cara o cruz que libera o esclaviza
la que sana o enferma
la de las pasiones que alimenta
diez nombres
cien ideas
mil sentidos
y ese eterno deambular por sus laberintos
¿cuál es esa llave maestra?
compañera silente de los días grises
girasol de los verdes campos
los turquesas que nos vistes.
Otra vez la palabra (II).
me sedujo en la adolescencia
cuando ella se paseaba en la biblioteca
a siete cuadras de mi casa
en la diáspora de la república de la sexta
en “la Vigil” me esperaba
yo me enamoraba de sus olores nuevos
de ese perfume que dejaba
el contacto con su cuerpo
me sonrojaba sobre sus lisos cuadernos
le miraba sus lomos
le abría sus blancas faldas
le señalaba el final de sus cuentos
el tiempo transcurría eterno
jugaba al ajedrez en los recreos
a veces la llevaba a escondidas _ dos noches_
a mi cuarto pequeño
firmaba registros
sus variados nombres
-hospedaje transitorio
del íntimo encuentro-
sé que estoy irremediablemente perdido por ella
que esta pasión me acompañará
hasta el fin de mi existencia
me ha implantado esta búsqueda perpetua
en mis oníricas respuestas
de noche me despierta, ella conoce todos mis secretos,
también sé que me engaña con amantes diversos
la palabra –esa mujer- que perfumada me espera en los silencios
Otra vez la palabra (III).
me asombra su agilidad
ese saltar de página en página
el pasar debajo de los umbrales
me sorprende su habilidad
de estar en los lugares incómodos
de siempre proyectar sus sombras con antónimos
me produce cierta extrañeza la falsedad de sus sinónimos
el oxímoron, la paradoja, la metáfora
la máscara y su desnudez, las dos caras tragicómicas
¿Tiene tono ese conjunto de letras apiñadas?
¿hay una postura que cambia en sus veranos?
¿una expresión distinta según pasan los años?
sólo la he visto turbada
cuando este significante
se olvida de sus reglas dominantes
cuando dejo una huella de mi resonancia
cuando me olvido de sus acentos
y confundo la “g” por la “j”
Sabiduría Tolteca.
el acuerdo de los acuerdos
convenir los signos del primer entendimiento,
¿Qué decimos con lo que decimos?
¿Quién habla o escribe aquí y ahora?
ser impecable impone
decir con menos y menos, más y más
no saturar, no repetir, no cansar, no desgastar, no abusar
y a su vez: sostener, amar, cuidar, confiar, conocer
el renglón es una recta de dos vías
a todo norte un sur a todo oeste un este
un destino el eros
el otro el tanato
aprendiz
calígrafo
ensayista
y al fin un hombre de voz propia
ella: equilibrista,
navegante,
viajera y no turista,
una mujer con su donaire
ella: la conciencia
la cara o cruz que libera o esclaviza
la que sana o enferma
la de las pasiones que alimenta
diez nombres
cien ideas
mil sentidos
y ese eterno deambular por sus laberintos
¿cuál es esa llave maestra?
compañera silente de los días grises
girasol de los verdes campos
los turquesas que nos vistes.
Otra vez la palabra (II).
me sedujo en la adolescencia
cuando ella se paseaba en la biblioteca
a siete cuadras de mi casa
en la diáspora de la república de la sexta
en “la Vigil” me esperaba
yo me enamoraba de sus olores nuevos
de ese perfume que dejaba
el contacto con su cuerpo
me sonrojaba sobre sus lisos cuadernos
le miraba sus lomos
le abría sus blancas faldas
le señalaba el final de sus cuentos
el tiempo transcurría eterno
jugaba al ajedrez en los recreos
a veces la llevaba a escondidas _ dos noches_
a mi cuarto pequeño
firmaba registros
sus variados nombres
-hospedaje transitorio
del íntimo encuentro-
sé que estoy irremediablemente perdido por ella
que esta pasión me acompañará
hasta el fin de mi existencia
me ha implantado esta búsqueda perpetua
en mis oníricas respuestas
de noche me despierta, ella conoce todos mis secretos,
también sé que me engaña con amantes diversos
la palabra –esa mujer- que perfumada me espera en los silencios
Otra vez la palabra (III).
me asombra su agilidad
ese saltar de página en página
el pasar debajo de los umbrales
me sorprende su habilidad
de estar en los lugares incómodos
de siempre proyectar sus sombras con antónimos
me produce cierta extrañeza la falsedad de sus sinónimos
el oxímoron, la paradoja, la metáfora
la máscara y su desnudez, las dos caras tragicómicas
¿Tiene tono ese conjunto de letras apiñadas?
¿hay una postura que cambia en sus veranos?
¿una expresión distinta según pasan los años?
sólo la he visto turbada
cuando este significante
se olvida de sus reglas dominantes
cuando dejo una huella de mi resonancia
cuando me olvido de sus acentos
y confundo la “g” por la “j”
domingo, 12 de septiembre de 2010
Blancos, negros y grises o verdes, rojos y amarillos.
las luces se prenden y se apagan,
cada cual tiene su brillo y su sombra
y una gama de matices en su almohada
que a destiempo lo acompaña,
en cada circunstancia
te toca jugar tu carta,
a veces inmadura, titubeante, equivocada
a veces transparente, violenta, extraña,
es fácil en los amores,
más difícil en los desvelos
andar a contramano de los ánimos del alma;
aún en los abismos
siento que se puede encontrar
la palabra que nos salva,
aún en los laberintos oscuros
se puede hallar las que te aman,
si no es posible verlas
huele los verbos que animan,
toca las letras
toma distancia de las ásperas
acaricia las lisas, suaves, curvadas,
degusta todas
más no te quedes con amargas
son adictas a la nostalgia,
sin ser víctima ni mártir
escucha el silencio que te habla
¡elije la palabra!
¡inventa la palabra!
¡ama la palabra!
cada cual tiene su brillo y su sombra
y una gama de matices en su almohada
que a destiempo lo acompaña,
en cada circunstancia
te toca jugar tu carta,
a veces inmadura, titubeante, equivocada
a veces transparente, violenta, extraña,
es fácil en los amores,
más difícil en los desvelos
andar a contramano de los ánimos del alma;
aún en los abismos
siento que se puede encontrar
la palabra que nos salva,
aún en los laberintos oscuros
se puede hallar las que te aman,
si no es posible verlas
huele los verbos que animan,
toca las letras
toma distancia de las ásperas
acaricia las lisas, suaves, curvadas,
degusta todas
más no te quedes con amargas
son adictas a la nostalgia,
sin ser víctima ni mártir
escucha el silencio que te habla
¡elije la palabra!
¡inventa la palabra!
¡ama la palabra!
sábado, 11 de septiembre de 2010
Mis citas con la palabra (Cuanto tomo café con ella).
En algún momento “siempre” resulta una palabra: terminal.
Hay dos incertidumbres, la constructiva y la destructiva: una crea y la otra desespera.
Todo es una elección, a veces entre dos males.
Tener confianza, dar confianza, y sostener ambas, ¡qué orgia!
Yo y tú, son dos miradas del mundo, ayer me costaba esta verdad, hoy tú eres tú y yo soy yo, y hasta el momento, ello no ha conspirado con “nosotros”.
Mientras respire, para mi la escritura es un ser vivo, una corporeidad que se mueve por el mundo.
El agua me relaja, me inunda, me sostiene, me impulsa…
El barquito de papel.
“Todavía tengo en mente…” viajar al interior, aún me faltan conocer personas, lugares, paisajes…
Hay dos incertidumbres, la constructiva y la destructiva: una crea y la otra desespera.
Todo es una elección, a veces entre dos males.
Tener confianza, dar confianza, y sostener ambas, ¡qué orgia!
Yo y tú, son dos miradas del mundo, ayer me costaba esta verdad, hoy tú eres tú y yo soy yo, y hasta el momento, ello no ha conspirado con “nosotros”.
Mientras respire, para mi la escritura es un ser vivo, una corporeidad que se mueve por el mundo.
El agua me relaja, me inunda, me sostiene, me impulsa…
El barquito de papel.
“Todavía tengo en mente…” viajar al interior, aún me faltan conocer personas, lugares, paisajes…
domingo, 5 de septiembre de 2010
Aquellas puertas
"no todo es vigilia la de los ojos abiertos" Macedonio Fernández.
Prefiero los actos y no las acciones obligadas,
los círculos a las rectas,
las curvas, los rodeos a las líneas de una regla,
las formas abiertas más que las cerradas,
las escaleras helicoidales
a esas tan verticales,
las licencias bien ganadas de ciertos trabajos
a aquellas que imponen las rutinas de los horarios,
caminar a correr
y encontrar los vacíos que me llenan;
estas definiciones no me eximen de la angustia
cuando la noche cierra sus puertas,
y la penumbra aceita sus goznes,
mientras sus quicios estoicos se mantienen
en sus clásicas posiciones,
es ahí! cuando chocan mis ideas,
cuando una emoción se divorcia de mis actos,
cuando una poesía inconclusa me despierta
y solo el sol mañana decidirá sus borradores,
hay un otro yo que vigila su vigilia y golpea aquellas puertas.
Prefiero los actos y no las acciones obligadas,
los círculos a las rectas,
las curvas, los rodeos a las líneas de una regla,
las formas abiertas más que las cerradas,
las escaleras helicoidales
a esas tan verticales,
las licencias bien ganadas de ciertos trabajos
a aquellas que imponen las rutinas de los horarios,
caminar a correr
y encontrar los vacíos que me llenan;
estas definiciones no me eximen de la angustia
cuando la noche cierra sus puertas,
y la penumbra aceita sus goznes,
mientras sus quicios estoicos se mantienen
en sus clásicas posiciones,
es ahí! cuando chocan mis ideas,
cuando una emoción se divorcia de mis actos,
cuando una poesía inconclusa me despierta
y solo el sol mañana decidirá sus borradores,
hay un otro yo que vigila su vigilia y golpea aquellas puertas.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Ondas
… , hay una onda concéntrica de sus actos
que sostiene el tiempo en otros actos
una sombra de nombres que perduran
que mancha de luz un horizonte que se inventa
testimonio de aquella posta
esa meta que mantiene su ideario
nada es quietud - paradoja inmutable-
los días y las noches permanecen en su incertidumbre
el hombre tiende a expandirse
según sus contracciones.
que sostiene el tiempo en otros actos
una sombra de nombres que perduran
que mancha de luz un horizonte que se inventa
testimonio de aquella posta
esa meta que mantiene su ideario
nada es quietud - paradoja inmutable-
los días y las noches permanecen en su incertidumbre
el hombre tiende a expandirse
según sus contracciones.
barquito
yo lo hice de papel
frágil ,casi sin peso, con pocos gramos
con una hoja de mis borradores,
escritas con un lápiz tímido y pequeño,
con la mínima ilusión
de un niño que juega aquel instante,
no quise que esas minúsculas se quedaran en sus puertos,
-tal vez algunos fragmentos naufragaron-
de lejos me llega el eco de su sirena,
a vuelta de correo entiendo sus hallazgos,
le he dado poderes extraños –lo he soltado-
he confiado en él,
no se cuántos tripulantes tiene,
si ha crecido en su tamaño,
alguien me dice que lo ha visto
en el mar del caribe, en el mediterráneo, en el atlántico…
solo decide sus itinerarios,
ya tiene una biblioteca de emociones,
una bodega con provisiones para descender a las profundidades,
una caja de sueños con vuelos imaginarios,
absurdos amuletos que quitan los pesares,
varios universos – es decir : un diccionario-
y esa brújula de letras que lo lleva a todos lados…
frágil ,casi sin peso, con pocos gramos
con una hoja de mis borradores,
escritas con un lápiz tímido y pequeño,
con la mínima ilusión
de un niño que juega aquel instante,
no quise que esas minúsculas se quedaran en sus puertos,
-tal vez algunos fragmentos naufragaron-
de lejos me llega el eco de su sirena,
a vuelta de correo entiendo sus hallazgos,
le he dado poderes extraños –lo he soltado-
he confiado en él,
no se cuántos tripulantes tiene,
si ha crecido en su tamaño,
alguien me dice que lo ha visto
en el mar del caribe, en el mediterráneo, en el atlántico…
solo decide sus itinerarios,
ya tiene una biblioteca de emociones,
una bodega con provisiones para descender a las profundidades,
una caja de sueños con vuelos imaginarios,
absurdos amuletos que quitan los pesares,
varios universos – es decir : un diccionario-
y esa brújula de letras que lo lleva a todos lados…
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