Él no tiene en su adn
los amores que ha elegido,
los laberintos de aquel corazón
no fueron transitados de antemano,
transpira su propio pensamiento,
no apela a la costumbre
ni a otras tradiciones,
sueña al fin un solo sueño
de tanta presencia y tiempo,
igual a otros – de idéntica condición-
con historias y herencias
y aquellas circunstancias
vive , se define y sostiene su horizonte.
domingo, 21 de febrero de 2010
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