domingo, 14 de enero de 2024

La palabra circular.

Esa palabra que circula, que se habla, se escribe o se lee, resuena en el eco. Vibra en los múltiples diapasones de las mentes y de los corazones.

La palabra cae en el medio del estanque y produce vibraciones, desde su centro a sus orillas. Tiembla, se incendia, ama, se apasiona, se excita, tiene pasiones claras  y oscuras…

En cada uno resuena de mil maneras, se re-escriben, se le añaden sinónimos, se pluralizan, juegan con nosotros y nosotros jugamos con ella.

Una palabra que circula reniega de los telégrafos, de esas lineales direcciones, inquieta, amante del movimiento, va dibujando espirales en el aire, suelta y libre se eleva, nos cambia, nos completa, nos amplía el horizonte. No se cierra, no se agota siempre se eleva  para aquellos que la honran.

La palabra ama estar cara a cara, el café de cualquier hora, la ronda de los mates, la informal tertulia de la plaza. Las voces tienen variados matices, las lecturas tiene  múltiples miradas, la escritura muchas vidas, la ampliación de los sentidos y a veces hasta nos cura algunos mal-estares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario