domingo, 21 de marzo de 2021

La balanza.

 


                                            “Lo que se calla en la primera generación… la segunda lo lleva

                                            en el cuerpo.”      Françoise Dolto

 

A veces ciertas  familias colocan a algunos de sus integrantes  en roles extraños, le atribuyen virtudes y capacidades semejantes a unos objetos creados por los  humanos, a saber, la balanza, la brújula, o el metro,  entre ellos. Toda una construcción que se trabaja a la sombra y en silencio. La cuestión de asignar y asumir tales funciones es un tema aparte.

 

Ante tales circunstancias algunos pueden  poner en palabras  lo que se  siente  estar en  ese entuerto o en ese baile.

 

A quienes le dieron el lugar de la “Balanza”  pueden  darse cuenta de ello cuando se es capaz de salir de ese espacio tiempo, cuando se puede salir de aquellos márgenes, cuando se  ha salido de los umbrales de “matrix”, cuando se cansa del  fiel, de la aguja que marca el medio, cuando ya no soporta los forzados equilibrios a costa de los pesados cargamentos.

 

Y así llegamos a una etapa  en que abandonamos  aquellos instrumentos, y empezamos  a pesar de más o de menos, sin que nos importe el juicio de los malos o de los buenos o de los mezclados.  Lejos de lo correctamente político, de lo matemático y  lo geométrico, descubrimos  al fin nuestro deseo, no ser ni balanza, ni brújula, ni metro…ejercitar al fin la libertad, aquellos modos de querernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario