sábado, 16 de enero de 2016

El relato.



En el relato hay cosas interesantes, entre otras, lo que se dice y su correlato, lo que se hace. También es importante  desentrañar   lo que se  omite, lo que oculta el que narra, sea esto consciente o inconsciente, hasta podría haber  cosas que están y que se ignoran.

Sería positivo distinguir el relato político –que frecuentemente  tiene múltiples intensiones e intereses- del relato individual, oh!!! Que coincidencia  !!!

Cada cual tiene su relato, su historia, su narrativa, una forma de creencia, es posible que esta sea una versión mejorada  y más humana de nosotros mismos. Después la cosa se complica, porque es el otro el que interpreta nuestra narrativa, los otros creen o no lo que decimos y hacemos. Quizás lo más cercano a la verdad sea decir y dejar que el cuerpo hable con su propio lenguaje, que la corporeidad sea coherente con  el discurso, que nuestras acciones  desnuden  lo que sentimos.

¿Que nos queda de aquella palabra llamada realidad si algo se oculta y algo se miente?



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