sábado, 12 de septiembre de 2015

Si algunos hombres fueran inmortales.



“…Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron…” Jorge Luis Borges.

Por otras razones serían como nosotros,  incompletos, tal vez la sorpresa y el asombro le estuvieran vedados. Me lo imagino con ojos fríos, sin la necesidad de agrandarlos.
¿Qué relación tendría con ellos el aprender? ¿Tendría sentido la  poesía? Sin incertidumbres tendrían que soportar el tedio de repetirse y un sufrimiento terrible y perpetuo, la pérdida al infinito de sus amores.



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