Estoy convencido que la poesía promueve emociones, entre
ellas la exageración y por ende descripciones e
interpretaciones amplias. Las reacciones públicas van de la admiración al recelo con ciertas
dificultades para observarlo en la mirada.
La poesía abre un
universo, es inclusiva en su práctica, corre su telón blanco, el cuerpo
en escena se mueve en sus tonos, en sus
gestos, en su danza… y escribe en un renglón
níveo sus instancias.
Hoy andando por el parque un tronco seco cayó al pie de su
árbol, un detalle fortuito de mirar la calle, después, pensé y sentí que
nosotros igual que al árbol se nos caen las ramas que se han secado y nos
crecen otras por los mismos lados.