lunes, 30 de junio de 2014

Emancipación



la marioneta ha cortado sus cordeles
ya no es aquel pelele,
liberado  de su amo
se mueve por todos lados,
sin bisagras  y engranajes
ni la grasa  de  fábrica,
actor de su historia
grita su rabia con voz propia,
esculpe con sus manos
el amor artesano,
ya no actúa en nombre de…
y en la espera de sus actos
baja de aquellos escenarios,
le busca sentido a su obra,
con su piel de madera
se sube al podio
y levanta sus brazos

celebra haberse conquistado

domingo, 22 de junio de 2014

La muerte-vida de un psicoanalista.


A León.

Ya no está ya se acabó
la chispa que encendía

ya no está, ya se acabó
la palabra que el viento traía

ya no está, ya se acabó
el cuaderno de sus días

ya no está, ya se acabó
el café que prometía

ya no está, ya se acabó
el mundo que quería

pero  todavía hay una estela
una seña una brisa

pero  todavía  hay una tinta
que ha quedado viva

pero todavía  quedan
las frases dichas

pero todavía las olas
llegan a las orillas

pero todavía el tiempo
no se olvida



sábado, 21 de junio de 2014

Aún.


a: G.S.


Aún en este otoño te deseo

aún tengo ganas de viajar por tu universo

aún quiero navegar por los  ríos de tus planetas

aún no entiendo tus misterios  ni los míos

aún te amo en lo opaco e invisible de nuestras cosas

aún en la faltante masa de mis comprensiones

aún en las agujeros negros de mi conciencia



jueves, 12 de junio de 2014

Juegos de oriente

 “sellar cada junta
llenar cada vacío”
Fabián Cantore.


una vasija rota
ha vaciado sus vacíos,
quizás haya perdido
la nada que albergaba sus hastíos
la espera de algo
que  llenara sus domingos,
el viento entra por su tapa
y sale por sus costados heridos,
-aquí y ahora-
nada encierra ese vacío
sin albergue
no hay calor ni frío,
un hombre compasivo
le ha pegado sus fragmentos,
ha sellado sus orificios
-aquí y ahora-
primero se vacía
después se llena de brío,
inspira
espira
el silencio en la vasija

se ha escondido.

miércoles, 11 de junio de 2014

Un giro de ciento ochenta grados.

Escrito en septiembre de 1978.

Un día inadvertido
para la imberbe barba de mi madurez
compré remeras de color
y una gorra pintoresca
y fui a andar por mis cosas
creo que me vieron con ojos nuevos
y yo tuve la suerte de darme cuenta
estuve más cerca de lo inalcanzable
y las distancias no me molestaron tanto.
Me felicitaron por mi libro de poemas
vinieron con el corazón sangrando mis amigos
y yo también fui a ellos
y esta vez más que nunca
las palabras dijeron algo
me sonrieron las mujeres jóvenes
yo anduve y ando por la mente de muchos
y quizás empiece a andar en mi
un nombre nuevo para mi canto.
De pronto los colores se sienten primero
y las formas difusas en principio
encuentran su lugar en la composición
de mi cuadro -yo mismo-
En borrador escribo
lo que parece desordenado
ansiosa mi lapicera
no busca el final
sino extenderse emocionada
empiezo a encontrar a los otros
y a mi
también me sonríen las alegrías
y las tristezas lloran sus duelos.
En toda esta grandeza
me asusta un poco
lo etéreo y perdido que puede haber en esto
porque yo construyo mi propio camino
y hago mis perfumes
y siembro y cosecho mis alimentos
y lavo mis excrementos
y si no estoy del todo limpio
que me vean pues
con todos los blancos
y todos los negros