Muchos quieren la foto nítida y clara
el álbum de soles y sonrisas,
los folletos y los panfletos
las recetas de vivir esta vida,
los objetos muertos que no se marchitan,
los libros que entretienen
y los dolores que se archivan,
más la palabra es una neblina
que imagina –pinta- moldea
las curvas y rodeos de su caligrafía
colores extraños que cada cual fabrica, y así
se leen los cuadros, el paisaje dónde la novela transita,
el cuerpo se mueve en los instantes de goces y otros días
según los saltos del transporte , el camino y la llovizna
entonces el hombre …
sueña, se rebela, se adapta
muere, renace, emigra
y vuelve a sembrarse en el renglón
en estos puntos de semillas…
sábado, 3 de marzo de 2012
viernes, 2 de marzo de 2012
La mano que escribe
en un sueño que despierta aquella fantasía
-más allá de palancas y engranajes-
hay una cuerda del alma incomprensible que la anima,
mueve la emoción sus avatares
en la marioneta de sus hilos invisibles que la activa,
la diestra que trabaja
y la siniestra que la mira,
mientras los ojos miran más allá de sus costados
y la piel le dicta aquellos garabatos de difíciles grafías,
el corazón toca sus métricos timbales
en dos tonos: el alma y la cursiva,
mientras las rodillas andan inadvertidas
en la inocencia de los pasos que se olvidan
-más allá de palancas y engranajes-
hay una cuerda del alma incomprensible que la anima,
mueve la emoción sus avatares
en la marioneta de sus hilos invisibles que la activa,
la diestra que trabaja
y la siniestra que la mira,
mientras los ojos miran más allá de sus costados
y la piel le dicta aquellos garabatos de difíciles grafías,
el corazón toca sus métricos timbales
en dos tonos: el alma y la cursiva,
mientras las rodillas andan inadvertidas
en la inocencia de los pasos que se olvidan
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