domingo, 6 de marzo de 2011

Homo ludens.

El niño juega con una serenidad perfecta
Johan Huizinga.

Algunos hombres andaban por los sesenta,
- uno - entre ellos
ya no podía empezar un truco con un dos,
ni sostener la mentira del envido ,
-de pronto- decidió cambiar las cartas,
de toda su baraja no se quedo con ningún naipe conocido,
libre al asombro, a una suerte de aventura:
sintió jugar con todo -igual a un renovado niño-
quiso inventar otro juego
y dar de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario