viernes, 23 de julio de 2010

Toledo.

Después de verte
- mujer de tres porfías-
en mi aprendiz damasquino
te dejo mi pequeña ataujía:
unas letras de oro y plata
en los huecos abiertos de tu piel,
sobre tus morenos fondos
y este dorado que ilumina,
en tres lenguas imagino
los tres amores
de tus tres vidas.

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