Me persiste ese perfume
que deja la palabra
lo llevo en la piel
lo siento en el aire
imagino las sedas
que traslucen su cuerpo
la seducción de sus miradas
la calle calma del renglón
la letra viva que se mueve
y salta la valla de sus márgenes
la inaprensible sortija
en la calesita del abecedario
me apasionan las tertulias
las elegidas de café
en los bares de neblinas
y otras inesperadas
el juego de perdernos y encontrarnos
en la magia de los vocablos
el lúdico encuentro de mirarnos
en el alfabeto de
nuestros sentidos…