Chapa y pintura
fondo y forma
batata y queso
urdimbre y trama
limón y chocolate
lectura y escritura
…
Chapa y pintura
fondo y forma
batata y queso
urdimbre y trama
limón y chocolate
lectura y escritura
…
“…Entre los libros
de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.” Jorge Luis
Borges
A la espera de mis ánimos
de los humores que provoca la luna la lluvia
o las mareas en algunas vacaciones
aguardan con paciencia
la madurez de mis inquietudes
el despertar de una búsqueda curiosa
con algunos he llegado
a la orilla de sus océanos
al borde de sus márgenes
juntos en una esquina
de mi biblioteca
se apiñan en un rincón
al sur de la poesía
al oeste de las novelas policiales
al norte y el este de la historia el derecho y la moral…
tal vez haya perdido el verso inolvidable
el cuento perfecto la novela más bella
la palabra luminosa
Ritmos y leyes
flores de lapachos
antes ocres
de amarillos
de nieblas y noches
a estos soles
esas alternancias
de fríos y calores
todos amores
Sin que sea una cuestión de género, hombres y mujeres se
dividen en sus predilecciones, están quienes prefieren los números a los que se
inclinan por las letras.
También podríamos notar esta división en quienes profesan
simpatías con los “Famas” a diferencia de los “Cronopios” (Cortázar).
Algunos se sienten identificados con los “Refutadores de
leyendas” y otros con “Los hombres sensibles de Flores” (Dolina).
Tampoco es casualidad que haya autores que distingan las “Ciencias
Duras” de las “Ciencias Blandas”.
En política se separan las “derecha-s” de las “izquierda-s”.
…
Las grietas predominan en todos lados, por ello se caen todas
las construcciones que hemos edificado.
Yo no creo que el destino esté escrito de antemano, creo, eso
sí, que se escribe mientras andamos.
Aunque el azar juega sus dados, o a la taba, o a las cartas o
a esa moneda que anda flotando por los aires…
“Si te conoces a ti mismo, Creso, realizarás la travesía
felizmente.”
Todo es movimiento y cambio. Los hechos son infimitos, los
jugadores y los modos de jugar también.
Con oráculos o sin ellos uno decide lo que es y lo que hace,
con los límites que impone lo humano.
He buscado el origen y la historia de esa palabra que tiene
sus bordes afilados. La escribo desde la
“tierra de nadie”, es decir desde los márgenes, no para excederme de los
mojones de mis propiedades sino para mirar el territorio, la extensión de mis
escasos dominios, mirar con cierta perspectiva mis expectativas y necesidades, encuadrar el paisaje según la circunstancia de
las etapas vitales de los tránsitos.
El área de mi influencia no llega más allá de mis manos. El
cuerpo necesita la columna recta y estable, la rodilla no puede ir más lejos
que los pies y los pasos tienen la medida de su alcance.
Despojado de los extremos, es decir de las omnipotencias y de
las impotencias me someto a la vulnerabilidad de lo humano como la medida de lo
que puedo y no puedo hacerme cargo.
Al poner mis propios límites impongo también como quiero que
me traten.
Entre la simpatía y la antipatía está el sendero de lo
intransitable, pasar aquella línea es entrar en un espacio ajeno, entrar en una
propiedad que no nos pertenece, es la casa del otro o de la otra.
En estas cuestiones de la vida no se gana terreno chocando y
empujando, en esto no se puede correr hacia adelante.
En el sentido amplio la salud es el límite de lo humano, y
esto abarca lo físico, lo emocional y lo mental. A veces aquella frontera es
imprecisa, más es vital y necesaria para preservar nuestra integridad a veces
coherente y a veces lastimada.
Somos cuerpo y somos mente y más, mucho más
los sentidos son las puertas de las emociones
semillas que sembramos en los campos fértiles de la paciencia
necesitado de silencios y de la oscuridad de la tierra
también de esos soles
que miran aquellos territorios
germinan después de un tiempo con la lluvia
se escriben con alguna resaca de lápices en el suelo
después de algunos
bollos de papeles tirados en los rincones
abierto el consultado oráculo de un gordo diccionario
alejado de las labores de los motores y de las estridencias
de la radio
con su mano invisible el sueño escribe sus notas
la deja en la libreta de nuestras duermevelas
de-vela lo que la conciencia ignora
debajo de los umbrales sopla el inconsciente
frases luminosas fragmentos impensados del juego de las
letras
símbolos de un rompecabezas que en pieza a pieza se arma y se
des-arma
en el bostezo de la mañana un collage surrealista
descifra la poesía y
desnuda los disfraces
Pintó de blanco el cielorraso
y no se le ocurrió nada
una blanca hoja de silencios
esperaba su palabra